Poco a poco el yoga se ha ido incorporando a la educación, ya que permite al estudiante desarrollar importantes habilidades motrices y sociales. En nuestra escuela, comenzó la intervención de Yoga en el aula en el mes de marzo con niños y niñas desde el Nivel de Pre Básica hasta Cuarto año básico, incorporando los cursos paulatinamente.
Sobre este tema, conversamos con Gabriela Salamanca - Licenciada en Música e instructora de Primer Nivel de Hatha Yoga y encargada del Taller de Yoga en el Aula quien destacó, que los niños y niñas practican yoga naturalmente... como si tuvieran el "chip" de la meditación.
¿Cuál es el objetivo del Taller de Yoga en el Aula?
Se presenta como principal objetivo el desarrollo de diferentes aspectos psicomotores tales como postura, respiración, coordinación, equilibrio y control del propio cuerpo, además de favorecer el autoconocimiento lo cual contribuirá a mejorar en los estudiantes la atención y concentración, potenciar la autoestima y canalizar sus emociones.
Como meta asociada a esta intervención se espera que el taller fomente los valores declarados en el PEI del establecimiento tales como el respeto, responsabilidad, solidaridad y tolerancia.
¿Qué beneficios genera el yoga en los niños?
El yoga aporta grandes beneficios en diferentes áreas del desarrollo del ser humano. En los niños y niñas que practican yoga se puede observar un incremento en su capacidad respiratoria y con eso, mayor autocontrol. A través de las diferentes técnicas que el yoga nos brinda podemos trabajar la autoestima escolar, disminuir las riñas y utilizar el diálogo como vía para resolver conflictos. Los niños y niñas toman conciencia de su cuerpo, por tanto pueden controlar sus impulsos y lograr la calma. Fortalece y brinda espacio al trabajo en equipo y favorece el desarrollo de la autodisciplina.
¿Cuál es su metodología de trabajo?
Cada intervención comienza con un trabajo respiratorio, en donde los niños, niñas y profesores se dan el tiempo de hacer consciente la respiración y oxigenar el centro de operaciones (el cerebro); luego se desarrolla alguna técnica que tenga que ver con lo físico, se generan instancias de conversación reconociendo los aspectos positivos, propios y de los demás. En cada clase se trabajan 2 ó 3 técnicas, como por ejemplo: posiciones de manos, brazos, cara, cuentos de dedos y oropraxia, canciones y trabalenguas, visualizaciones y meditaciones guiadas.
¿Y qué habilidades desarrollan los niños con esta disciplina?
Desarrollan la empatía, autocontrol, disciplina, colaboración, compasión, amor propio y hacia los demás seres, capacidad para centrarse, construyen una imagen positiva de sí mismos y de los demás, desarrollan la seguridad y aprenden a relacionarse sanamente entre pares. Desarrollan el optimismo y el pensamiento crítico, proactivo y positivo. Indagan en habilidades de psicomotricidad y lateralidad. Reconocen su cuerpo en el espacio y otorgan el valor que merece al acto vital de la respiración.
¿A los estudiantes les gusta practicar yoga?
He sentido una acogida muy cálida de parte de los niños y niñas; es como si tuvieran el “chip” de la meditación, pues lo hacen naturalmente. En el recreo me abrazan y se abalanzan, creo que ellos intuyen que lo que hacemos en 20 – 30 minutos por semana les proporcionan resultados sensacionales y duraderos en el aspecto personal y académico. Me dicen: “tía, el otro día me enojé, pero me acordé de respirar y después fui a hablar con mi compañero sin pelear”; otro me dice: “tía, yo ahora tengo amigos, me di cuenta que mis compañeros sí me quieren”… me quedo con esos relatos sobrecogedores, que llenan de alegría mi corazón.
¿Considera que el yoga es una herramienta que debería comenzar a incorporarse en todas las escuelas y liceos?
Claro que sí. Creo que es una herramienta que el sistema escolar podría considerar por sus múltiples beneficios. Una escuela se compone de muchos actores, donde lo primordial son los niños y niñas, quienes además de desarrollarse en el ámbito cognitivo, también deben desarrollarse de manera integral como seres humanos, promoviendo la colaboración, la empatía, el buen humor y los buenos hábitos para gozar de una vida más plena y feliz. Importante también es incorporar a los padres, apoderados, docentes y comunidad educativa en general en la utilización de estas técnicas para la vida, así se descomprimen las tensiones propias de la vida diaria y se desarrollan mejores formas de vivir. Una buena oxigenación del cerebro es la base de un pensamiento asertivo, las buenas decisiones suelen tomarse en calma y equilibrio.